El secreto del éxito de una franquicia

Franquiciar un negocio presenta una serie de dilemas que, en lo posible, debemos estar preparados para afrontar.

El establecimiento de políticas inapropiadas o un planteamiento anticuado del negocio suelen precipitar el fracaso en el sistema de la franquicia.

Con el fin de evitar estos errores, si nos decidimos por crecer bajo la fórmula de la franquicia, debemos tener en cuenta algunas recomendaciones.

Viabilidad del modelo de negocio

Lo primero que tenemos que tener claro es que nuestro modelo de negocio tiene que ser viable y rentable. Nunca se debe franquiciar un negocio sin previamente haberlo testado con éxito durante un periodo de tiempo suficiente.

Franquiciabilidad del modelo de negocio

El siguiente paso es determinar la franquiciabilidad del negocio en cuestión, y bajo qué condiciones es franquiciable. No todos los modelos de negocio se pueden franquiciar, aunque, en algunos casos, se pueden adaptar y crecer en franquicia con algunas modificaciones.

El perfil del franquiciado

Para definir el perfil ideal de nuestro candidato a franquiciado debemos definir bien lo que buscamos antes de darle entrada al proyecto. Dependiendo de las características del modelo de negocio estableceremos cuál es el mix ideal, entre emprendedores e inversores, que nos interesa dar entrada al proyecto para alcanzar el éxito del negocio.

El perfil inversor suele delegar la gestión del negocio en manos de empleados que no poseen el incentivo de conseguir una mayor productividad para incrementar las ventas, puesto que no son ellos quienes se acaban llevando el resultado al bolsillo, y tampoco cuentan con el interés y la independencia de un emprendedor a la hora de tomar decisiones. Sin embargo, el perfil inversor/gestor, habituado a manejar establecimientos de forma simultánea, suele conseguir elevadas tasas de éxito al comprar una franquicia.

En Tándem ofrecemos soluciones a grandes inversores para gestionar con éxito sus franquicias.

Selección de franquiciados

Es fundamental no escatimar a la hora de invertir tiempo y recursos en los procesos de selección de candidatos, puesto que en los elegidos vamos a depositar el éxito o el fracaso de nuestro negocio.

El atractivo del desembolso inicial, los cánones y royalties a percibir no deben precipitar una toma decisiones poco acertadas.

Formación

Es imprescindible proporcionar la adecuada capacitación, formación y apoyo a nuestros franquiciados. Si descuidamos este apartado crearemos una red de emprendedores descontentos que no prestarán nuestros servicios ni venderán nuestros productos como se debe.

Definiremos un protocolo formativo completo que incluya una formación inicial, y una formación continua mediante un soporte continuado en la operativa por parte de la central. Además es conveniente que proporcionemos apoyo presencial el día de la apertura, dedicando el tiempo necesario antes, durante y después del Gran Día para el franquiciado.

Mecanismos de control de la operativa

Implantaremos sistemas que controlen la actuación de nuestros franquiciados, estableciendo las herramientas necesarias para tutelar que sus comportamientos se ajustan a lo pactado en el contrato de la franquicia.

Un contrato bien redactado, en el que quede perfectamente definido el ámbito de actuación del franquiciado y su relación con la central, será una de las herramientas más efectivas de control.

Además, es conveniente programar un calendario de visitas sorpresa a las unidades operativas que nos permitan comprobar “in situ” que en el desenvolvimiento de la actividad del franquiciado se observan las bases y buenas prácticas que definen nuestro modelo de negocio.

Estructura sólida

Evitaremos disputas definiendo bien los roles de cada miembro de la red.

Contaremos con profesionales cualificados que atiendan debidamente a nuestros franquiciados.

Excluiremos aquellas decisiones que puedan afectar a la filosofía y líneas de actuación de nuestra franquicia.

Capacitaremos a nuestros franquiciados para decidir, comunicarse entre ellos y aportar ideas para el desarrollo del negocio. Se sentirán más valorados, lo que servirá de incentivo para su desempeño y evolución.

Por último, no olvidemos que franquiciar nuestro negocio debe favorecer la construcción de nuestra marca y, si no es así, nos deberemos plantear si reinventamos nuestra estructura o dejamos el negocio.